
Introducción
Los eccemas son un grupo de enfermedades que producen inflamación y picor en la piel. En este artículo, aprenderemos a qué se deben, dónde aparecen, qué tipos hay y, sobre todo, qué cuidados hay para mitigar sus efectos.
¿Qué son los eccemas?
Los eccemas son un tipo de dermatitis o inflamación de la piel en la que se acumulan células y líquidos en sus capas más superiores. Se presentan como placas rojas en la piel que pican y tienden a descamarse y secarse.
Tipos de eccemas
Eccemas de origen externo
Los eccemas de origen externo son aquellos en los que la causa se encuentra en factores externos que entran en contacto con la piel. Estos se dividen en dos tipos: alérgicos e irritativos.
Eccemas alérgicos
Los eccemas alérgicos son causados por sustancias externas que provocan una reacción inmunológica en la zona en la que han estado en contacto con la piel. A diferencia de otros tipos de eccemas, este tipo no aparece inmediatamente después del contacto con la sustancia responsable, sino varios días después. Algunas de las sustancias que con más frecuencia causan alergia de contacto son el níquel, el cromo, los tintes, las fragancias, los conservantes, los antibióticos y otros medicamentos tópicos.
Eccemas irritativos
Los eccemas irritativos se producen a consecuencia de la irritación de la piel producida por sustancias agresivas. A diferencia de los eccemas alérgicos, los irritativos no tienen un mecanismo alérgico y su aparición y recurrencia se ven favorecidas por la sequedad de la piel. Los factores irritantes más comunes son los jabones, los detergentes, las sustancias químicas, los disolventes, el polvo, la fricción continuada y las temperaturas extremas.
Eccemas de origen interno
Los eccemas de origen interno son aquellos en los que la causa se encuentra en el funcionamiento del propio organismo. Algunos ejemplos de eccemas de origen interno son el eccema atópico, el eccema deshidratado, la neurodermatitis, la dermatitis de éxtasis y la dermatitis seborreica.
Cuidados para mitigar los efectos de los eccemas
El cuidado adecuado de la piel es fundamental para mitigar los efectos de los eccemas. Algunos consejos incluyen:
- Evitar los factores irritantes que pueden afectar a cada tipo de eccema.
- Hidratar la piel de forma regular y adecuada.
- Utilizar tratamientos tópicos adecuados para reducir la inflamación y aliviar el picor.
- Evitar el rascado, ya que puede empeorar los síntomas.
- Evitar el uso de antihistamínicos tópicos, ya que pueden empeorar la erupción y producir alergias.
- Consultar a un médico para recibir un tratamiento adecuado y evitar posibles efectos secundarios.
Tratamientos para los eccemas
Los tratamientos para los eccemas pueden variar dependiendo de la gravedad del caso. En general, se utilizan tratamientos tópicos para los casos leves o moderados y tratamientos sistémicos para los casos más graves.
Tratamientos tópicos
Los tratamientos tópicos son aquellos que se aplican directamente sobre la piel y pueden ser de dos tipos: corticoides e inmunomoduladores.
Corticoides
Los corticoides tópicos son medicamentos antiinflamatorios que se utilizan habitualmente para aliviar los síntomas de los eccemas. Su uso debe ser indicado y controlado por un médico, ya que tienen efectos secundarios potencialmente importantes, como el adelgazamiento permanente de la piel. Se utilizan durante periodos cortos de tiempo y con mucho cuidado en áreas sensibles como las axilas, las ingles o la cara.
Inmunomoduladores
Los inmunomoduladores tópicos, como el tacrólimus y el pimecrolimus, se utilizan cuando los corticoides tópicos no pueden ser utilizados. Estos medicamentos también tienen efectos secundarios potencialmente importantes y su uso debe ser supervisado por un médico.
Tratamientos sistémicos
Los tratamientos sistémicos son aquellos que se administran por vía oral o inyectada y llegan a todo el organismo. Estos se utilizan para los casos más graves de eccema y pueden incluir corticoides, ciclosporina, metotrexato y dupilumab.
Importancia de la hidratación
La hidratación adecuada de la piel es fundamental para mejorar el estado del eccema y prevenir su empeoramiento y recaídas. La sequedad de la piel es un factor que aumenta la exposición a los factores irritantes, por lo que una correcta hidratación puede ayudar a mitigar los efectos de los eccemas.
Conclusiones
Los eccemas son un grupo de enfermedades que producen inflamación y picor en la piel. Pueden tener un origen externo o interno y existen diferentes tipos de eccemas. El cuidado adecuado de la piel, evitando los factores irritantes y utilizando tratamientos adecuados, es fundamental para mitigar los efectos de los eccemas. En caso de tener un caso grave de eccema, es importante consultar a un médico para recibir un tratamiento adecuado.
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